Mensaje de la Sra. Irina Bokova, Directora General de la
UNESCO, con motivo del Día Internacional de la Alfabetización, 8 de septiembre
de 2012
Este año, el Día Internacional de la Alfabetización gira
especialmente en torno a la relación fundamental que existe entre la
alfabetización y la paz.
Esto es algo de capital importancia en los turbulentos
tiempos que vivimos. Los países donde imperan patrones de violencia muestran
índices de alfabetización que están entre los más bajos del mundo. Los
conflictos siguen siendo uno de los principales obstáculos para el cumplimiento
de los objetivos de la Educación para Todos (EPT) y los Objetivos de Desarrollo
del Milenio (ODM). Los países afectados por conflictos albergan más del 40% de
los niños del mundo en edad de cursar estudios de primaria que no están escolarizados.
No debemos permitir que los conflictos priven a niños y
adultos de la crucial oportunidad de aprender a leer y escribir. La
alfabetización es un derecho humano básico y también el fundamento de toda
educación y del aprendizaje permanente. La alfabetización transforma la vida
delas personas, facultándolas para decidir con conocimiento de causa y
emancipándolas para que puedan ser protagonistas del cambio. La paz duradera
depende del advenimiento de una ciudadanía alfabetizada y del acceso universal
a la educación. En medio de las convulsiones políticas y la escalada de la
violencia en muchas partes del mundo, la alfabetización debe ser una prioridad
en los programas de consolidación de la paz de todos los países.
La paz y el desarrollo sostenible son interdependientes, por
lo que es esencial que se desarrollen y refuercen simultáneamente. La
alfabetización es también un factor de aceleración del desarrollo, que permite
a las sociedades crecer de forma más integradora y sostenible. Los programas de
alfabetización pueden ser un componente esencial de las estrategias de
desarrollo del futuro, un elemento que traiga consigo nuevas oportunidades y
competencias para todos. La suma de todo ello es indispensable para que se
cumplan los Objetivos de Desarrollo del Milenio y los de la Educación para
Todos.
Se ha progresado hacia el logro de las metas de
alfabetización fijadas para 2015, pero quedan por delante formidables
obstáculos que es preciso abordar con mayor determinación internacional si de
verdad queremos cumplir las promesas formuladas en 2000 en Dakar. La UNESCO
cifra en casi 800 millones el número de adultos analfabetos que hay en el
mundo, y en 122 millones el número de jóvenes que no saben leer ni escribir.
Las mujeres y niñas representan cerca de dos tercios de esta población de
adultos y jóvenes analfabetos. Se está desaprovechando un gran potencial.
Podemos poner fin a este ciclo de exclusión. A todos nos
interesa conseguir que el mundo sea un lugar más alfabetizado. Cuando nos
acercamos al plazo de 2015 fijado para los objetivos de la Educación para
Todos, hemos cobrado un renovado impulso. La UNESCO ha trabajado
incansablemente para que la educación y la alfabetización ocuparan un lugar
preeminente entre las prioridades mundiales de desarrollo. La iniciativa “La
educación ante todo” del Secretario General de las Naciones Unidas, que se
pondrá en marcha oficialmente a finales de este mes, constituirá un poderoso
instrumento de promoción al más alto nivel.
Los galardonados de este año con los Premios Internacionales
de Alfabetización de la UNESCO demuestran que con buenos programas en la
materia se pueden obtener resultados excepcionales. Todos ellos son un vivo
ejemplo de la función central de la alfabetización en el fomento de los
derechos humanos, la igualdad entre los sexos, la resolución de conflictos y la
diversidad cultural.
En el día de hoy exhorto a las partes interesadas de todos los niveles a reforzar las alianzas que aceleren la prestación de servicios de alfabetización de calidad. Para que la alfabetización llegue a ser un verdadero instrumento de emancipación, es fundamental que los programas que la fomentan incorporen los valores de la paz, los derechos humanos y el civismo. La alfabetización puede abrir el camino de la paz y el desarrollo. Hagámoslo posible. Todos juntos y cuanto antes.
En el día de hoy exhorto a las partes interesadas de todos los niveles a reforzar las alianzas que aceleren la prestación de servicios de alfabetización de calidad. Para que la alfabetización llegue a ser un verdadero instrumento de emancipación, es fundamental que los programas que la fomentan incorporen los valores de la paz, los derechos humanos y el civismo. La alfabetización puede abrir el camino de la paz y el desarrollo. Hagámoslo posible. Todos juntos y cuanto antes.
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